Sí, hace años que las posibilidades de personalización de una bici son casi infinitas. Tener la bici de serie es casi tan difícil como resistirse a un ligero tuning. Pero cuando el cambio de un componente puede comprometer tu propia seguridad gravemente, el experimento carece de sentido. Solo Bici te explica el porqué del no a ruedas de 27,5" en bicis de 26".
Enero de 2013. Hola, soy caballero del titanio con epoxi número 32 y he instalado ruedas de 27,5" en mi bici de 26" de toda la vida. Va genial. Es otra bici. Abril de 2013. Hola, soy caballero del titanio con epoxi número 32 y he tenido un grave accidente con la bici. Al instalar la rueda de 27,5" en una horquilla de 26", he hecho tope tras un salto, la rueda se ha bloqueado con la horquilla y he salido por los aires…
Esto, que es un texto ficticio de lo que podría ser cualquier foro de Internet en los últimos meses, es lamentablemente una posibilidad que cada vez más muchos usuarios se están planteando. Sí, la posibilidad de que una rueda de 27,5" de diámetro quepa en horquillas y cuadros diseñados para 26", ha abierto la veda de los inventos con el fin de buscar ese feeling que tanto nos gusta de las 27,5". Pero no, el tema no es tan sencillo. En Solo Bici hemos querido comprobar de primera mano el porqué de este no tan rotundo a la hora de intentar el cambio.
Cuando el metro quizá miente
Metro en mano y midiendo las llantas de 26" y de 27,5", la diferencia es de 24 mm más para la de 27,5". Es decir, el diámetro de la llanta de 26" es de 559 mm, mientras que el 27,5" o 650B es de 584 mm. No confundir con otros diámetros diferentes de 650C (571 mm) o 650A (590 mm), que están prácticamente en desuso. Para los que no conozcáis el nombre de 650B, que es otra forma de llamar a las 27,5", éste viene de una medida que se usaba en Francia para bicis tipo urbano o de pequeños desplazamientos, algunos tándems y modelos determinados de las marcas Raleigh y Schwinn.
El tema es que esos 24 mm de diferencia son tan pocos, que es fácil creer que por espacios no hay problema. Y aquí empiezan los inconvenientes. 24 mm más de diámetro son 12 mm más por cada lado opuesto de la rueda. Esto quiere decir que la altura general de la bici con respecto al suelo y como consecuencia la altura del eje de pedalier sube 12 mm, que aunque os parezca una miseria, os aseguramos que es una barbaridad. La geometría de una bici está calculada al milímetro, por eso cualquier alteración de ésta afecta al comportamiento de la bici. Estos 12 mm hacen subir el centro de gravedad de la bici, lo que provoca una mayor inestabilidad; el centro de masas sube ligeramente, con lo que empeora la tracción, y la altura libre al suelo crece, por lo que nuestra distancia del sillín al suelo se ve aumentada. Del mismo modo, el ángulo de dirección se calcula para la medida de rueda original, con lo que otra rueda hace que el ángulo no esté adecuado a esa medida. Es decir, todo lo hipotético que ganamos con ese mayor diámetro de rueda, más estabilidad y más tracción, se pierde en global por el crecimiento de la altura con respecto al suelo y todo lo que conlleva.

Eso, por un lado. Por el otro, los 12 mm más que tenemos en la parte superior del neumático provocan que la distancia del neumático a la pletina de la horquilla sea menor. ¿Qué significa esto? Que en caso de que hagas un tope de recorrido con la horquilla, la pletina podría tocar en función del balón del neumático, bloqueando la rueda delantera por completo… Y ya os podéis imaginar lo que ello significa.
Nos vamos a la rueda trasera. Si bien las horquillas tienen más espacio en el puente para el neumático, vainas y tirantes, suelen tener un espacio lateral libre mucho menor. Esto significa que es fácil que el neumático de 27,5" toque en los laterales de tu cuadro de 26. Por otro lado, los sistemas de suspensión se diseñan para que la curvatura de la rueda trasera mientras se comprime haga que en su momento de compresión máxima el neumático quede muy cerca del tubo de sillín, pero que no toque, claro. Un neumático con más diámetro es fácil que toque el tubo de sillín, con el posible bloqueo de la rueda y la posible caída.
Evidentemente os hablamos de las posibilidades de accidentes por fallo funcional de la bici, pero hay que añadir que en el momento en que la bici lleva un componente para el que no ha sido diseñada (y esto lo pone muy claro en los manuales de usuario), la garantía queda inmediatamente anulada por parte del fabricante. Sí, esto es así de tajante. No penséis que los fabricantes no tienen medios técnicos para encontrar el origen de una rotura de material. Lo saben inmediatamente.
Fuente: Solobici.es