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[Viernes 22-11-2013 08:23:13]    Paco Martínez Vega
Esta semana, volvían a saltar las alarmas cuando los diferentes medios de comunicación informaban de las fechorías de desaprensivos que con toda la mala intención colocan trampas a los ciclistas de montaña.



En la localidad de Simancas (Valladolid), ciclistas denunciaron la colocación estratégica de clavos con puntas que asoman más de 5 cm, enterrados en el suelo, en tablas o diferentes lugares, con la única intención de generar un daño que provoque que los deportistas no quieran volver a ese lugar por su peligro.



Y es que por todo ciclista de montaña o biker son conocidos hechos tales como cambios de señales en marchas, troncos que cierran el paso, etc. Sin ir más lejos, el pasado mes de septiembre en la localidad Asturiana de Cangas, se celebraba la Ultra TRAIL Extreme Lagos donde hechos similares estuvieron a punto de causar una desgracia. En esta ocasión, desaprensivos modificaron el trazado de manera que las indicaciones guiaban a los participantes hacia un precipicio. Finalmente no hubo que lamentar ningún accidente, pero muchos de los participantes decidieron abandonar la prueba tras verse perdidos más de hora y media.



Pero ¿Qué les lleva a actuar de esta manera a estos desaprensivos?

Suponemos que el paso de deportistas puede provocar que ciertas “presas” (animales para los que nos gusta la naturaleza) modifiquen su ubicación al paso de los deportistas, haciendo que los cazadores pierdan su rastro o sean propietarios o personas que se crean los dueños de los terrenos públicos por donde disfrutamos de nuestra afición.

Claro está, que este tipo de personas que actúan de dicha forma deben pensar que el monte les pertenece y por lo tanto actúan a su capricho.



En algunas ocasiones, cierto es, que la duda que se nos plantea es si el problema no viene de alguien con más poder. Hablamos de los casos en los que una marcha coincide con una batida de caza en una misma zona. Tanto la una como la otra, son autorizadas por las diferentes diputaciones, en este caso, sería lógico pensar que permitir una batida cerca de una zona donde cientos de bikers disfrutan de una marcha, podría resultar ciertamente peligroso. Recordemos que uno de los grupos pega tiros, y las balas se sabe donde salen pero no siempre donde terminan.

Cuando se da este caso, “la mancha” (limitación de terreno de la que dispone la cuadrilla de cazadores para realizar la batida), nunca puede coincidir con la zona de paso de los deportistas. ¿Entonces…porqué mueven las marcas? O bien para fastidiar, o bien para ampliar esa delimitación de la “mancha”, fuera de los establecido por diputación.



En definitiva, ciertos desaprensivos, ponen en riesgo la integridad de los deportistas cerrando pasos, creando zanjas en cambios de rasante, cruzando alambradas de espino de árbol a árbol en un paso de sendero a la altura de la cabeza (para que os deis cuenta de las salvajadas que se están haciendo..), ocultando clavos de grandes dimensiones etc….

¿Estamos locos? ¿Qué tenemos que hacer con personas que van por el monte, armadas y capaces de hacer estas cosas?

Sin duda alguna esto no se puede permitir, hay que denunciarlo y terminar con esto ya!

Huimos de las carreteras para que conductores descerebrados no acaben con nuestras vidas y ahora pistoleros descerebrados nos esperan en las montañas.

Llegados a este punto, solo queda una vía….DENUNCIAR.


Fuente: Iberobike.com
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