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[Sábado 10-11-2012 20:28:47]    Paco Martínez Vega
Lo vintage ha llegado a la bici para quedarse. Cuadros, sillines o timbres temporalmente descontextualizados inspiran a los amantes de las bicicletas viejas; ya una subcultura dentro del mundo de los pedales. Para comenzar a rodar como a principio de siglo pasado, lo primero que se necesita es una bici antigua. Una de esas que se encuentran en los mercadillos y rastros de ciudades como Berlín, Ámsterdam o Copenhague. Este fin de semana no hace falta escaparse al norte para encontrar una Binachi color Bianchi. En el Mercado de Motores (Calle Valderribas, 49. Metro Pacífico) se venderán, entre el sábado y el domingo (de 11 a 18), cerca de un centenar de bicicletas únicas.

"La mayoría están arregladas y son maravillosas. Tienen colores sorprendentes y detalles muy originales", resume Teresa Castaneda su partida de bicicletas. La periodista, junto a su pareja, organiza la segunda edición del mercadillo de bicicletas; la anterior fue en junio en la Galería Blanca Soto. Mientras en muchas ciudades de Europa la bicicleta tiene su propia sección en rastros y mercadillos, en España para encontrar un ejemplar de segunda mano, lo más fácil es acudir al periódico online SegundaMano. En algunas tiendas también son capaces de encontrar cuadros de otra época, pero no está tan extendida la caza en mercados de bicicletas vintage.

Esta pasión por lo antiguo se popularizó en Londres en enero de 2009. Ese día, un grupo de ciclistas, organizados a través de la Red, se citaron en el centro de la capital británica para la primera Tweed Ride: un recorrido por la ciudad en bicicleta antigua y elegantemente vestidos. Desde entonces, la afición por los pedales centenarios combinados con trajes y blusas se ha extendido a decenas de ciudades del mundo. "Intentamos recuperar un estilo clásico, ambientado entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con el objetivo de salir a la calle", resume Jerónimo Martínez Molina, fundador junto a Eduardo Carranque Miguel de la Tweed Ride madrileña.

Mucho antes del movimiento Tweed, una particular carrera en la Toscana italiana institucionalizó la pasión por lo viejo. Es más importante ir vestido de época que ganar. La cita, que cumplió 15 años, reunió en su última edición, celebrada en septiembre, a 15.000 personas. La carrera L`Eroica consiste en un recorrido, a elegir, de 38, 75, 135 o 205 kilómetros con una particularidad: las bicicletas que compitan deben haber sido ensambladas antes de 1987. En el rastrillo del Mercado de Motores la mayoría de bicicletas son anteriores al 87. "Algunas fueron encontradas en un desván de una casa de una capital del este", cuenta Castaneda con un cierto tono de misterio. "Tienen unos colores sorprendentes y detalles muy originales pero como llevan abandonadas bastante tiempo hay que hacerles algunos trabajos de reparación", continua.

Para ello han convocado a Jose Luis Gómez Miranda, un semi profesional del ciclismo que de día trabaja en una central de molinos de energía eólica en Soria y de noche entrena. Vive en Burgo de Osma y cuando pedalea, tras la puesta de sol., dice que las lagrimas que le salen de la velocidad se congelan mientras escurren por su cara. Un capo de los pedales, vamos. Entre el material que pasará por sus manos hay bicis de chicas, de carreras, una plegable antigua, Peugeots, Gazelles o Staigers. En la última edición, la veintena de bicicletas que trajeron se vendieron en cuestión de horas. Por lo que los madrugadores podrán ojear los primeros y elegir su nueva bici vieja.

Mercadillo de bicicletas vintage
Mercado de Motores. Calle Valderribas, 49. Madrid.
Metro: Pacífico o Conde de Casal
Entrada: Gratuita

Horario: Sábado 10 y Domingo 11 de noviembre. De 11 a 18.


Fuente: Pablo León | 09 de noviembre de 2012

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